“El talento es algo bastante corriente. No
escasea la inteligencia, sino la constancia”.-
Doris Lessing.-
Con los pies en el suelo, este podría ser el titular después del partido de ayer tarde en Funcadia. En una desapacible tarde de viento y ligera llovizna y ante numeroso público, se desarrolló el encuentro contra el RC Recreativo de Huelva, con ganas de reivindicar, con un buen resultado, la trayectoria de todo el año. No pudo ser y tras un buen primer tiempo, en el que como es habitual se perdonó y al que se llegó con victoria de 1-0, el equipo recreativista arrolló a los nuestros dejando le resultado final en un 2-4, doloroso pero merecido.
La crónica del segundo tiempo es la de otro partido, el equipo de Amate salió enchufado con una circulación de balón que se desarrollaba sin recibir la presión del primer tiempo y pasando los balones a un pivote que, libre de presión, lanzaba los balones a unos delanteros cortos de talla pero rápidos y habilidosos y que recibían la pelota sin presión de nuestro centro del campo. La salida de un reaparecido Juan Antonio buscó cubrir esta carencia. Nuestra defensa, desbordada por la llegada de jugadores sueltos y sin marca desde el centro del campo, no daba abasto y en una rápida jugada al primer toque llegaría el tanto del empate. Jarro de agua fría que se repetiría con un segundo gol en un corner en el que nuestro equipo se quedó mirando, salvo un jugador…, como el equipo blanquiazul se colocaba el balón para de bonito disparo subir el 1-2 al marcador. A pesar de este palo psicológico y casi de inmediato, en un contraataque aislado empataríamos el partido en disparo de Márquez que rechazado por el portero y el larguero y recogido por el siempre atento Adrián. Parecía que todo era posible pero era un espejismo y en un contraataque desde campo visitante nuestro lateral izquierdo Centeno cae lesionado en campo contrario la entrar al interior recreativista que sigue la jugada llegando el tercer gol ante el desconcierto azulino y las protestas del banquillo, que conllevaría la expulsión del bueno de Cristian. Los intentos de empatar se vieron malogrados y el equipo, cansado y deprimido y con algún jugador “ausente“se convertían solo en ráfagas sin peligro que los cambios tampoco pudieron solucionar en el poco tiempo restante. Tras este mazazo parte del equipo bajó los brazos y el cuarto y definitivo gol, la puntilla, llegaría de los pies de un virtuoso delantero que con un quiebro con el cuerpo, rompió al portero y defensa dejando el marcador en el definitivo y justo, ante los deméritos locales, 2-4.
Con este resultado nos ponen de nuevo, quizás en nuestro sitio real, y tras una buena e inesperada temporada, refleja la situación real en la que nos encontramos, una plantilla corta que hay que recuperar anímicamente para terminar la temporada dignamente. Próximo partido contra el siempre duro y difícil Santa Marta en su campo.